Maestra, tú si puedes emprender

Emprender es algo maravilloso y desafiante. Las bondades de trabajar siendo tu propia jefe y a tu ritmo son privilegios que muchos desean y pocos se atreven a perseguir. Si ese es tu sueño ¡te admiro! y te animo a seguir por ese camino. 

aAquí te brindo 3 consejos que como emprendedora me hubiera gustado que me dieran y que te pueden ayudar a sortear la decisión que has tomado.

1. Tu negocio no se trata de ti.

Comienzas a crear tus propios productos, te encantan, son hermosos ¿quién no querría tenerlos? 

El error que cometemos es pensar que porque a nosotras nos gusta millares se formarán como pan recién hecho en nuestra tienda. Tu negocio no se trata de qué tan perfecto te resulte a ti, si no qué tan funcional le sea a tu cliente. 

Pregúntate ¿Este producto realmente resuelve una necesidad en mis clientas? ¿Has escuchado a tus amigas Maestras sobre qué necesitan, cómo lo puedes resolver? o por el contrario te arrancaste creando en tu propio criterio (eso lo hice yo jaja) 

Mantente siempre abierta a las críticas y retroalimentación, finalmente las que saben más son tus clientas.

2.     Dos son mejor que uno.

Comúnmente cuando queremos emprender lo hacemos solitas, porque no tenemos los recursos o plantilla que nos ayude. Conforme vayas creciendo es vital que consigas a personas que te apoyen en ciertas áreas. 

Acepta que no lo sabes todo y reparte tareas en las que alguien es mejor que tú. ¿Por qué no trabajar en equipo en lugar de estar pegada a la computadora, de malas y sin tiempo para ti y tu familia? Delega. 

Una persona puede contestar a las clientas, otra persona manejar tus redes sociales y tú puedes dedicarte a crear.